LOS DEMONIOS DE GERMÁN ESPINOSA


Sebastián Pineda


Los demonios de Espinosa reivindican la auténtica libertad. En su estupendo ensayo “Bosquejo para un perfil psicológico de Lucifer” (en La elipse de la codorniz, Ensayos Completos II), el propio Espinosa admite con Milton en que nadie está más cerca de la libertad que Lucifer: el Adversario fue el único en rebelarse contra el Todopoderoso.



Lucifer es un contrarrevolucionario que nos insiste en que el problema está dentro del alma y no en la organización social. Aunque no todos seamos iguales, somos, sin embargo, libres, igualmente libres. El Lucifer perfilado por Espinosa no milita en contra de las categorías sociales (nadie como él valoraba tanto la aristocracia espiritual) porque no son contrarias a la libertad sino que se armonizan con ella. “La existencia de un orden social no implica esclavitud, a menos que el gobernante sea un tirano”.



Y por aquí aparece la idea más genuina de Espinosa: Lucifer se condenó irremisiblemente por exceso de amor a Dios. En venganza se puso a soñar otro universo que deviene pesadilla y esperpento. Es decir: nuestro mundo es reino de la mentira y de la maldad. Cuando Lucifer despierte, el universo cesará, Dios retomará más cómodamente este poema tragicómico y los humanos no habremos existido jamás. ¿Es preferible esta mentira cruel que nos sostiene, o la prístina verdad que nos aniquila? La reflexión, formulada por Espinosa en el preludio de Los ojos del basilisco (1992), admite todas las respuestas...



Espere más de este ensayo el sábado 26 de abril. Este día, en la Feria del Libro de Bogotá, habrá un homanaje a Germán Espinosa a las 3:30 pm en el salón Madre Josefa de Corferias.

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