Introducción
Entre la Historia y la ficción: la literatura como posibilidad de una cartografía urbana
Consideraciones sobre algunos aspectos relevantes de Los cortejos del diablo
I. La ciudad: instituciones y habitantes
La Corona
La Iglesia
¿Límites?.. Jerarquía, jurisdicción y orden
El oficio del Santo Oficio
La Familia
Habitantes de ningún lado: criollos, mestizos, cristianos, judíos, nativos y exiliados
II. Espacios y prácticas
Límites y fronteras
El rostro de piedra de la ley
Espejos y laberintos
Las mazmorras de la Inquisición
La residencia familiar: intimidad y transgresión
Prácticas del subsuelo
El miedo y la afrenta en la plaza pública
Las leyes del espectáculo y el espectáculo de las leyes: la imposibilidad del límite
Lugares del pasado y del porvenir: procedencia y exilio
La memoria como último refugio (el no-lugar)
Recorridos metonímicos: el cuerpo, el deseo y la ciudad
III. Narrar: una forma de construir y habitar la ciudad
Procesos imposibles
Denunciar, confesar, condenar
Una narración y dos discursos: el deseo y la ley
El discurso del amo: la ley del padre
El discurso femenino: el discurrir del deseo
IV. La ciudad del otro, la ciudad del deseo
Heterotopías: la ciudad desde la otredad
Endogamia versus mestizaje
Hablar como el otro, ser el otro: la usurpación del discurso y la transformación del espacio
El padre y la ley: otredad y parricidio
¿Conclusiones? Construir, habitar y narrar (en) el límite
Bibliografía
Tesis sobre Los cortejos del diablo, de L. E. Rozo Jiménez
El título, ya de por sí, suena bastante interesante porque deja entrever cómo Espinosa, en efecto, combinó la Cartagena colonial con la Cartagena moderna, turística y aun imaginaria, mezcla de Bogotá y Buenos Aires juntas, y acaso París y acaso Nairobi en el África.
Mientras paladeamos el libro para comentarlo con más rigor, copiamos el índice o contenido a manera de cortejo o tentación o ascua para pescar lectores.
Contenido
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario